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Imagen Dr. Aguayo realiza descubrimiento clave en lucha contra el alcoholismo

Dr. Aguayo realiza descubrimiento clave en lucha contra el alcoholismo

El docente del Doctorado en Salud Mental que imparte el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad de Concepción, Luis Aguayo, identificó, tras 26 años de investigación, cómo el ser humano se vuelve adicto al alcohol.

“La región de la recompensa es una región especifica en el cerebro, que cada vez que uno siente placer se activa. Encontramos que esto ocurre con el consumo de alcohol y que los receptores involucrados, los receptores de glicina, tienen una participación importante”, comentó.

El estudio demuestra que el alcohol altera proteínas de membrana involucradas con la regulación de la excitabilidad cerebral. El doctor Aguayo y su equipo fueron los primeros en mostrar que la función del receptor de glicina, una proteína encontrada en neuronas cerebrales de mamíferos, era mejorado por concentraciones de etanol halladas durante una intoxicación. Posteriormente determinó que estos receptores se encuentran en regiones que forman la red que se conoce como de recompensa cerebral.

Se cree que cada vez que se siente un placer, ya sea natural o no, se produce debido a que una de estas regiones se ha activado. Se toma el caso de las drogas que producen adicción, las cuales “secuestran” estas regiones produciendo una necesidad de activación por ellas mismas y no por estímulos normales o fisiológicos.

El descubrimiento surgió en el marco del proyecto “Mecanismos para la potenciación de receptores de glicina por etanol”. Su trascendencia derivó en la adjudicación de un millón de dólares por parte del National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos para que el fisiólogo de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción continúe con su trabajo, el cual tiene como objetivo diseñar en cinco años un fármaco para tratar el alcoholismo.

“Una vez que conozcamos cómo estas proteínas son afectadas, tendremos formas de interferir con el efecto del alcohol en estas proteínas, y por lo tanto, planificamos que después de este tipo de estudios vamos a poder pensar quizás en alguna terapia o procedimiento para controlar la adicción al alcohol”, detalló el investigador.

Desde el punto de vista médico-social y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Chile se consumen 9,3 litros de alcohol puro al año por persona mayor de 15 años, siendo la tasa más alta de Latinoamérica. Además, datos del Instituto Nacional de Estudios de Alcohol (NIAAA) en EE.UU. indican que cerca de 90 mil personas mueren al año producto del consumo excesivo, posicionándose como el número más alto de muertes totalmente prevenibles.

El alcohol (etanol) es la sustancia más abusada del mundo y los tratamientos médicos para reducir las complicaciones y el abuso de la sustancia lamentablemente enfrentan desafíos como la falta de adherencia, baja eficacia y efectos secundarios graves. Por lo tanto, es necesario descubrir nuevas terapias que muestren una mayor eficacia en el corto plazo. Es ahí donde precisamente radica la relevancia del hallazgo del doctor Luis Aguayo.